El aspecto más significativo para el colectivo de las personas con discapacidad legalmente reconocida en el Estado es su baja participación en el mercado de trabajo. Así, en el año 2016 presentaron una tasa de actividad del 35,2%, más de 42 puntos inferior a la de la población sin discapacidad. La tasa de ocupación fue del 25,1%, menos de la mitad que en el caso de las personas sin discapacidad. Y la tasa de paro fue del 28,6%, superior en nueve puntos a la de la población sin discapacidad.
En este contexto, el salario bruto anual medio de los asalariados con discapacidad fue de 19.297 euros por trabajador, un 17,1% menor que para las personas sin discapacidad. Por tanto, la ratio salarial entre los trabajadores con y sin discapacidad fue del 82,9%. Esta ratio ha disminuido respecto a 2015, cuando se situaba en el 84,3%. El salario por hora para las personas con discapacidad se situó en 12,7 euros en cómputo anual, un 14,8% menos que el de las personas sin discapacidad.
La distribución salarial fue similar en ambos colectivos, aunque en el caso de las personas con discapacidad un porcentaje mayor de trabajadores se concentró en torno a salarios bajos. En general, aunque las diferencias entre los niveles salariales de las personas con y sin discapacidad eran significativas en el año 2016, estas se reducían a medida que el nivel salarial se incrementaba, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por sexo, el salario de las mujeres con discapacidad fue de 17.365 euros de media por trabajadora y año, mientras que para los hombres fue de 20.614 euros. El salario de las mujeres fue, por tanto, un 15,8% inferior al de los varones, diferencia menor que en el caso de la población sin discapacidad —22,6% más bajo—. Además se dieron menos desigualdades salariales entre la población femenina con y sin discapacidad —el salario de las primeras fue un 14% menor que el de las segundas—, que en el caso de los hombres —cuyo salario fue un 21% inferior en presencia de discapacidad—.
Atendiendo al grupo de edad, los trabajadores con discapacidad obtuvieron un salario inferior al recibido por quienes no tienen discapacidad, para todas las edades. La mayor diferencia se produjo en el grupo de 30 a 44 años, con una ratio del 77,4%. Respecto al tipo de jornada, se observaron menos diferencias salariales entre personas con y sin discapacidad en los contratos a tiempo parcial, para los cuales la ratio salarial se situó en el 90,7%. Por tipo de contrato, la ratio resultó igual, tanto para el indefinido como para el de duración fijada —84,2% en ambos casos—.
La ocupación de los trabajadores es la variable más ilustrativa de la situación laboral de las personas con discapacidad. En 2016, en ningún grupo de ocupación las personas con discapacidad superaron el salario bruto de la población sin discapacidad. Las personas con discapacidad en puestos de ocupación altos —directores y gerentes, técnicos y profesionales científicos, técnicos intelectuales y de apoyo— y medios —empleados, artesanos y trabajadores cualificados— redujeron sus diferencias salariales respecto a las personas sin discapacidad en los mismos puestos, pues la ratio salarial aumentó respecto a 2015, situándose en el 93,7% y 97,1% respectivamente. Por contra, en puestos de ocupación bajos —operadores y trabajadores no cualificados— las personas con discapacidad aumentaron la brecha salarial respecto a 2015, reduciendo la ratio al 79,7%.
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La ocupación de los trabajadores es la variable más notable de la situación laboral de las personas con discapacidad. |
2 comentarios :
Por desgracia es asi, y a partir de una cierta edad 40 años en adelante peor, asi es, y todo lo que se comenta en este Articulo es totalmente cierto, hay bastante desamparo y poco control por parte de la Admon Civil, cndo hay gente realmente muy profesional entre nosotros. Atentamente. Rocio
Así es, Rocío, por desgracia. Muchas gracias por tu comentario.
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