El stock de crédito al sector privado —que engloba a los hogares, las empresas y los autónomos— se ha mantenido prácticamente estable en Euskadi en el primer trimestre del presente año. Respecto al cuarto trimestre de 2016 apenas se redujo un 0,3%, pero en términos interanuales avanzó un 2%, lo que supone 1.244 millones de euros más que entre enero-marzo del año pasado. De esta manera, el volumen de stock de crédito al sector privado se sitúa en unos niveles similares a los de 2006, según los datos dados a conocer por Confebask.
Por su parte, el stock destinado al sector público se redujo un 1,4% en el primer trimestre de 2017 respecto al tramo de octubre-diciembre del año precedente. El stock de crédito total cayó un 17,9% desde el máximo previo a la crisis, concretamente 15.589 millones de euros. Existe una gran diferencia entre el dirigido al sector público, que se ha sextuplicado, creciendo en 6.010 millones, y el destinado al sector privado, que se ha reducido un 25,1%, lo que supone 21.598 millones menos que al explotar la crisis.
En lo que se refiere al stock de crédito a actividades económicas en el Estado, bajó un 1,1% en el primer trimestre de este año respecto al último de 2016, marcando un nuevo mínimo desde el inicio de la crisis. En términos interanuales, la caída del stock se situó en el 2,9%. Excluyendo construcción y actividades inmobiliarias, el descenso interanual del stock de crédito del resto de actividades económicas fue de un 1%. Tomando como referencia el cuatro trimestre del año pasado, el stock de crédito creció en la industria y bajó en servicios y construcción.
En tasa interanual, el stock se redujo sobre todo en la construcción (-9%), con un descenso más leve tanto en servicios (-3%) como en industria (-1,5%). El stock de crédito total a actividades económicas menguó un 41,5% respecto al máximo previo a la crisis. La caída más acentuada se registró en la construcción (-73%), seguido de los servicios (-38%) y de la industria, con un retroceso del 32%.
Tras la bajada de 2016, el crédito nuevo al conjunto de empresas creció ligeramente entre enero y marzo de este año, aunque su volumen sigue siendo un 67% menor que al inicio de la depresión, situándose en 330.832 millones de euros en términos anualizados, frente a los 991.000 millones que alcanzó en 2007. Se está dando un diferente comportamiento entre el crédito nuevo a pymes, que sigue ganando cuota respecto al volumen total de crédito nuevo a empresas —que supone el 55% del mismo, la cifra más alta registrada— y el crédito nuevo destinado a grandes empresas, que baja ligeramente, y supone el 45% del nuevo crédito.
Este año comenzó con un nuevo aumento de la financiación no bancaria de las empresas no financieras en el Estado. El tipo de financiación más utilizado entre enero y marzo fue el de las ampliaciones de capital, que supusieron el 88% del total, seguido de los pagarés de empresa (13%). Por otra parte, no se registraron emisiones de renta fija.
En ese mismo período, se intensificó la caída del volumen de crédito dudoso al sector empresarial, al situarse en el 17,6% interanual, sumando 74.339 millones, 11 veces más que en 2007, pero 4.891 millones menos que en el trimestre final de 2016. El crédito dudoso total sin construcción ni actividades inmobiliarias bajó un 16,7% interanual, sumando 35.106 millones, ocho veces menos que hace diez años. Por sectores, la mayor bajada de este tipo de crédito se produjo en los servicios (-18,7%), la industria (-16,4%) y la construcción (14,7%).
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Se está produciendo un diferente comportamiento entre el crédito nuevo a pymes y el destinado a grandes empresas. |
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