domingo, 8 de enero de 2017

Aumenta la incidencia de la gripe en Euskadi

Cuando el frío golpea, la gripe acecha. Según indicaba hace pocos días Osakidetza, la actividad gripal sigue subiendo en Euskadi, teniendo especial incidencia entre los niños de hasta 14 años. Desde que se inició la temporada, se han registrado 18 casos graves de personas hospitalizadas por gripe, e incluso un fallecimiento. En la última semana del año la tasa de personas afectadas por la gripe en Euskadi se situó en 222,9 casos por cada 100.000 habitantes. Así, el informe de la red epidemiológica ha constatado que los grupos de edad más afectados son los niños de 0 a 4 años, con una tasa de 1.262 casos; y el de 5 a 14 años, con 990 casos por cada 100.000 habitantes.
En lo que respecta a los casos más graves, la edad media de los hospitalizados ha sido de 66 años, y entre ellos el 55,6% eran mujeres. Cinco de los 18 casos en los que hubo ingreso hospitalario requirieron pasar por la UCI, y la persona fallecida tenía varios problemas crónicos de salud y factores de riesgo. El 83% de las personas ingresadas presentaban, asimismo, factores de riesgo de complicaciones de gripe o pertenecían a grupos de edad de más de 64 años.
La gripe estacional se caracteriza por el inicio súbito de fiebre alta; tos, generalmente seca; dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta; intenso malestar y abundante secreción nasal. La tos puede ser intensa y durar dos semanas o más. La fiebre y el resto de los síntomas suelen desaparecer en la mayoría de los casos en el plazo de una semana, sin necesidad de atención médica. El mayor riesgo frente a la gripe corresponde a las embarazadas, los niños de 6 meses a 5 años, los ancianos, los pacientes con determinadas enfermedades como VIH, asma, neumopatías crónicas o cardiopatías crónicas. y los profesionales sanitarios.
Se trata de una gripe que se propaga con extrema facilidad, y su transmisión es rápida en entornos como las escuelas. Cuando la persona infectada tose o estornuda, las gotículas infecciosas con virus se disparan en el aire y se transmiten a las personas cercanas que inspiran. Además, también puede extenderse con facilidad a través de las manos. Para evitar la transmisión hay que lavarse las manos regularmente, y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al toser o estornudar.
La enfermedad suele ser leve en la inmensa mayoría de los casos, aunque puede resultar grave e incluso mortal. La hospitalización y la muerte son más frecuentes entre los grupos de alto riesgo. Estas epidemias anuales causan en todo el mundo de 3 a 5 millones de casos graves, y entre 250.000 y 500.000 muertes. El 99% de las muertes de menores de 5 años con infecciones en las vías respiratorias inferiores relacionadas con la gripe se producen en los países en vías de desarrollo.
La forma más eficaz de prevenir la enfermedad y sus consecuencias más extremas es la vacunación. Ya hace más de 60 años que existen vacunas seguras contra la gripe, de demostrada eficacia. En los adultos sanos, la vacunación antigripal puede proporcionar una protección considerada razonable por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso de los ancianos puede resultar menos efectiva para prevenir la enfermedad, pero reduce su gravedad y la incidencia de complicaciones y fallecimientos. Por ello, la OMS recomienda la vacunación anual para las mujeres embarazadas en cualquier etapa del proceso, los niños de 6 meses a 5 años, las personas de más de 65 años, las personas con enfermedades crónicas y los trabajadores de la salud.

La actividad gripal sigue subiendo en Euskadi.

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