Las temperaturas han sufrido un cambio brusco estos últimos días, pasando de un calor bochornoso a un frescor casi otoñal tras una galerna de aúpa, que incluso trajo inundaciones a algunos puntos de Bizkaia. Dejar el verano atrás definitivamente significa adentrarse en el otoño, con menos luz y más rutina. Este año la nueva estación dará comienzo el 22 de septiembre a las 16:21:08 hora local. Es justo el momento en que el sol pasa del hemisferio norte al hemisferio sur de la Tierra. El otoño se alargará hasta el 21 de diciembre, con la llegada del invierno. El ya tradicional cambio de horario se producirá el último domingo de octubre, el 30, a las 3:00 de la mañana, cuando volverán a ser las 2:00.
Aunque existen diversas teorías al respecto, la palabra otoño deriva en principio del latín, de la palabra 'autumnus', que a su vez está formada por 'auctus' (que remite al griego 'auxo', aumentar) y annus (año). Por tanto haría referencia a que llega la plenitud del año, tal vez por observar que la vegetación está en esa estación al final de su ciclo.
El calendario actual tiene su origen en el creado por los egipcios desde más del 4.000 antes de Cristo. En tiempos de Roma, Julio César lo utilizó, aunque sólo con diez meses por año, empezando en marzo y acabando en diciembre, y el comienzo de cada mes venía establecido por la aparición de la luna llena. Pero años después ese calendario sufrió cambios importantes. Así se cambió el ciclo lunar por el solar y se le agregaron dos meses más, enero y febrero, meses sin actividad agrícola ni militar. Y con el cambio al calendario solar se pudieron ajustar los meses del año y distinguir las cuatro estaciones.
El otoño se caracteriza por los días nubosos e inestables, por días más cortos, como consecuencia de la menor luz solar. Los árboles muestran sus ramas desnudas y el suelo aparece alfombrado por las hojas secas. Debido al cambio de clima que se produce, los árboles pierden sus tonalidades verdes para volverse rojos, naranjas o amarillos, ya que pierden la clorofila. Este cambio es producto de la falta de intensidad de la luz solar, lo que no contribuye a culminar con éxito la fotosíntesis y, al no tener los nutrientes esenciales para el proceso, la hoja termina cayendo. El cambio de color de las hojas de los árboles caducos se observa más claramente en sus otoños en diversas regiones del mundo, como Norteamérica, el este de Asia, Europa, zonas centro, sur y austral de Chile, centro y sur de Argentina, Australia oriental y la isla sur de Nueva Zelanda.
En el momento en que comience el equinoccio de otoño, el día tendrá la misma duración que la noche. La razón que explica esto es bien sencilla. Es porque la luz del sol incide de la misma manera en cualquier parte del planeta. Es un acontecimiento que se repite dos veces al año: en los equinoccios de verano y de otoño. El sol sale por las mañanas un minuto más tarde que el día anterior, y por las tardes se oculta más temprano.
A pesar de suponer el final del verano y la llegada de días de mayor oscuridad, el otoño presenta también grandes oportunidades para disfrutar de un paisaje singular, y para pasar más horas en casa, realizando actividades menos propicias en otras estaciones. No tiene por qué ser sinónimo de tristeza y melancolía. Se trata de ver su lado positivo y de apurarlo al máximo. El otoño ya está casi aquí y se trata de sacarle el máximo provecho posible, de disfrutar de las oportunidades que ofrece.
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