Las asociaciones de donantes de sangre de Euskadi y el Centro Vasco de Transfusiones y Tejidos Humanos de Osakidetza han puesto en marcha una campaña de fidelización y promoción de las donaciones de sangre, con el objetivo de aumentarlas entre todas las personas sanas y con capacidad de donar en Euskadi. Se busca superar las 9.500 donaciones de sangre durante el mes de junio, lo que supondría un aumento del 12% en el número de donaciones respecto al mismo período del año pasado. Los organizadores de la campaña afirman que el tiempo y el espacio no pueden ser impedimento para ayudar a quienes se encuentran en una situación crítica, ya que gracias a la contribución de miles de donantes anónimos se está mejorando la salud de muchas personas, e incluso salvándoles la vida.
La campaña 'El ciclo de la vida' parte de la lata de semillas como representación del ciclo de la vida, mediante la que se da y se recibe vida. La lata, que consta de una planta aromática y culinaria, está personalizada con un mensaje de agradecimiento por la donación de sangre realizada junto con la ilustración y el 'claim' creativo diseñado para cada tipo de planta. Hay cinco tipos de latas diferentes: albahaca, perejil, cilantro, guindilla y orégano. Las latas se entregarán en las unidades móviles y centros de donación al finalizar la correspondiente donación de sangre. Hay un stock de 8.300 latas que se repartirán por toda la geografía de Euskadi durante este mes de junio.
La donación de sangre es un acto sencillo, seguro e indoloro. No comporta ningún riesgo para el donante y puede suponer el avance en su curación para cualquier enfermo. A pesar de los avances médicos, aún no es posible fabricar sangre y sólo se puede obtener de las donaciones altruistas. De cada donación se obtienen tres componentes sanguíneos diferentes con aplicaciones propias, por lo que se ayuda hasta a tres enfermos diferentes.
La sangre y sus componentes tienen una vida limitada. Así, los concentrados de hematíes se conservan 42 días, el plasma un año y las plaquetas cinco días. La necesidad de sangre es permanente, ya que cada día los hospitales vascos la necesitan para atender a los enfermos. La mayoría de intervenciones quirúrgicas y muchos de los tratamientos médicos requieren de sangre. Los hombres pueden donar hasta 4 veces al año y las mujeres 3, siempre y cuando se respete el intervalo mínimo de dos meses entre donaciones. La transfusión de sangre o de sus derivados se ha convertido en una parte imprescindible en la actual asistencia sanitaria. El incremento de la esperanza de vida, la creación de unidades de medicina intensiva y las necesidades constantes de algunos enfermos, antes considerados irrecuperables, hacen que la demanda sea creciente.
Pueden donar sangre todas las personas entre 18 y 65 años que pesen más de 50 kilos. Además, se puede hacer aunque se haya padecido hepatitis antes de los 12 años. También se puede donar aunque no se esté en ayunas, se tenga el colesterol elevado o se tome alguno de los medicamentos más frecuentes.
Todos los grupos sanguíneos son necesarios, aunque es cierto que los donantes del grupo 0-, también llamados 'donantes universales', son especialmente importantes, ya que su sangre sirve para cualquier persona. La donación sirve, además, para detectar problemas de salud como tensión arterial elevada, anemias, arritmias, enfermedades del hígado o infecciosas. Muchas de ellas no presentan síntomas y cogidas a tiempo pueden ser corregidas. Previamente a la donación se hace la 'prueba del sulfato de cobre' para descartar la existencia de anemia o disminución de glóbulos rojos. Luego, en todas las unidades donadas se hacen sistemáticamente la determinación del grupo sanguíneo y anticuerpos irregulares, la prueba del SIDA, los marcadores de la hepatitis B y C, RPR para detectar la sífilis y determinación de transaminasas como indicadores inespecíficos de enfermedad hepática.
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