La ciudad suiza de Davos ha acogido como cada año el llamado Foro Económico Mundial, cuya 45 edición se ha desarrollado entre el 20 y el 23 de enero. En todo caso, la de Davos no es la única reunión del Foro, ya que también organiza varias asambleas regionales correspondientes a África, Europa y Eurasia, Asia-Pacífico, Oriente Medio y Norte de África y, finalmente, América Latina. Además, existen foros de debate específicos para cada sector, desde la automoción hasta las finanzas. El de la ciudad helvética es un encuentro que se viene celebrando desde 1971, cuando Klaus M. Schwab, profesor de economía suizo, propuso poner en marcha este espacio con el fin de analizar y buscar soluciones a problemas globales. Desde entonces, ha sido el punto de encuentro de líderes políticos, empresariales y de diversos ámbitos más.
La edición que acaba de finalizar ha contado con más de 2.600 invitados, que han reflexionado acerca de la 'Cuarta Revolución Industrial'. Darle forma es, en opinión del fundador del evento, uno de los desafíos más fuertes y con mayor impacto en el mundo actual, "dada la velocidad, la amplitud y la completa innovación en los sistemas del cambio tecnológico en marcha". "Los desafíos son tan abrumadores como alentadoras son las oportunidades", según Klaus M. Schwab. Los organizadores abundaron en esta idea al considerar que "la generación de los 'millenials' va a experimentar en la próxima década un cambio tecnológico más grande que el de los últimos 50 años, y que no dejará intacto ningún ámbito de la sociedad".
Relacionado con todo lo anterior, en Davos se ha hablado de los grandes retos pendientes respecto al crecimiento económico y la inclusión social, así como de empleo, talento y capital humano, de medio ambiente y seguridad de los recursos, de seguridad alimentaria y agricultura, del futuro del sistema financiero global, de igualdad de género, de geopolítica, de comercio internacional y también de inversiones a largo plazo, infraestructuras y desarrollo. De todo ello han hablado representantes de 81 países, entre ellos el presidente del BCE, Mario Draghi; la directora general del FMI, Christine Lagarde; el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim; el primer ministro británico, David Cameron; los presidentes de Colombia y México, Juan Manuel Santos y Enrique Peña Nieto, respectivamente; los primeros ministros de Francia, Grecia, Canadá y Turquía, o los presidentes de Argentina y Sudáfrica.
Christine Lagarde señaló en Davos que en 2016 no se producirá una recesión mundial como la de 2008 y que el crecimiento continuará por encima de 3,5%, aunque "el optimismo es modesto y los riesgos, grandes". Uno de ellos es, actualmente, el que afecta a la economía china. La caída de las reservas del banco central del gigante asiático y la fuga de capitales del país amenazan con afectar a las divisas de todo el mundo, con el dólar como primero de la fila. El vicepresidente chino afirmó en Davos que su economía mantendrá un crecimiento entre medio y alto, aunque sus cifras fueron recibidas con cautela en el Foro.
También se habló de Rusia y Brasil, que son percibidos como países de riesgos crecientes. Se está produciendo una fuga de capitales desde las economías emergentes y de bajos ingresos hacia las avanzadas, y ello conlleva la devaluación de las monedas de los afectados. Ello, unido a la caída de los precios de las materias primas, está generando una situación complicada. Mientras, en Europa preocupan la crisis de los refugiados, la posible salida del Reino Unido de la UE y la incertidumbre política en varios países, entre ellos España, sin olvidar los crecientes problemas de los bancos italianos.
0 comentarios :
Publicar un comentario
Gracias por enviarnos tus comentarios. Si cumplen con nuestras normas se publicarán en nuestro blog.