Ébola mortal

Circula por muchos pueblos de África la leyenda de que son los mismos trabajadores sanitarios quienes han infectado a sus gentes, lo que, de entrada, dificulta muchísimo la tarea de estos. La realidad, sin que la investigación esté terminada, es que hay tres especies de murciélagos de la fruta que sí transportan el virus y casualmente forman parte de la dieta de esas comunidades, aunque más que por su ingesta, se piensa que la infección tiene que ver con la manipulación de estos animales mientras están vivos y luego de sacrificarlos. El hecho es que a últimos de septiembre habían muerto por el virus Ébola más de 8.000 personas entre Guinea, Sierra Leona y Liberia.

La coordinadora de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) viene lanzando estos días mensajes acerca de la necesidad de redoblar los esfuerzos sanitarios en aquellas regiones en una doble dirección: se precisan camas y suministros médicos para los pacientes, y una importante tarea de formación entre la población para que adquiera métodos de higiene adecuados, con especial incidencia en los métodos de enterramiento de los fallecidos por Ébola.

Este grupo de expertos ha elaborado un informe en el que se ponen en el mejor y en el peor de los escenarios, según sea la ayuda exterior que los países del primer mundo estén dispuestos a aportar. Dicen, por ejemplo, que si se tratara al 70% de los afectados y se les aislara de la comunidad, además de extender entre la población buenos hábitos higiénicos, la epidemia se detendría y el número de casos descendería rápidamente.

Sin embargo, también señala que si los esfuerzos actuales no aumentan en absoluto, el peor de los casos podría desarrollarse, lo que provocaría un incremento de afectados en Liberia y Sierra Leona para alcanzar 1,4 millones de infectados en sólo cuatro meses.

El informe no es en absoluto alarmista, e insiste una y otra vez en que la epidemia podría llegar a su fin a finales de enero, pero sólo si los esfuerzos para luchar contra la propagación de la enfermedad crecen.

Categoría: Fidel Presa , Vida inteligente