lunes, 7 de julio de 2014

¡Qué bueno es madrugar!

“A quien madruga, Dios le ayuda” es un viejo refrán con cierto contenido religioso que hoy tiene una versión más laica: “El futuro pertenece a quienes se levantan temprano”. Madrugar por propia voluntad y con un objetivo preciso, en efecto, pone de manifiesto una cierta actitud positiva o estilo activo que hablan bien de la persona que practica esa sana costumbre: “ése es capaz de hacer lo que se proponga”, decimos. Enseguida aparecen, sin embargo, quienes nos recuerdan ese otro refrán con un sentido exactamente opuesto al primero que viene a enfriar nuestras expectativas: “No por mucho madrugar amanece más temprano”. Aunque yo, particularmente, creo que este último proverbio viene a criticar la precipitación y el atolodramiento.


Discusiones aparte sobre la utilidad de madrugar o no, parece ser que, según sesudos estudios llevados a cabo recientemente, madrugar sí es útil para adelgazar, lo que puede abrir otra línea de debate. En Harvard han descubierto, por ejemplo, que dormir menos o lo justo incide positivamente sobre el índice de masa corporal, y matizan que madrugar no significa levantarse a las cinco de la mañana, que las siete es una hora razonable e igualmente útil.

En realidad, el hecho de madrugar es bueno si va unido a la serie de prácticas que agrupamos en torno al concepto de “estilo de vida saludable”. Si madrugas, tienes tiempo para pensar en tu alimentación, dispones de más oportunidades para hacer ejercicio físico, tu mente está más despejada, y, como consecuencia, mejoran tus capacidades intelectuales. Si no encuentras el momento de levantarte porque sencillamente eres un perezoso de cuidado, la máquina de tu cuerpo funcionará por debajo de sus posibilidades. En todos los ámbitos.

0 comentarios :

Publicar un comentario

Gracias por enviarnos tus comentarios. Si cumplen con nuestras normas se publicarán en nuestro blog.

 
prestashop themes