Estadio o cárcel

Paseando (virtualmente) semanas atrás por Brasil a cuenta del campeonato mundial de fútbol fui a dar con la más que conocida ciudad de Manaos, que durante 30 años, a principios del siglo XX, fue la capital del mundo en cuanto a producción de látex y de caucho. La historia, sin embargo, comienza siglos atrás, cuando los colonizadores descubrieron que los indígenas usaban el látex de ciertos árboles para hacer pelotas, ropa de agua, calzado, toldos, etc.

Durante los siglos XVIII y XIX varios científicos trabajaron con estos materiales siguiendo la estela de lo que habían visto hacer a los nativos, pero hacia 1850, de la mano de un tal Charles Goodyear, se descubrió por casualidad el proceso de la vulcanización con lo que se abrió la vía para la explotación del caucho amazónico en una zona cuya capital era Manaos. Pese a estar en tierra de nadie, en medio de la jungla, la ciudad creció y, lógicamente, se enriqueció hasta límites insospechados. Fue la primera ciudad de Brasil dotada de saneamiento, alumbrado público, tranvía, grandes avenidas, etc., y de instalaciones de primer orden como el Gran Teatro Amazonas, hasta el que llegaban las mejores compañías de ópera del mundo. Cuando en 1892 John Dunlop y los hermanos Michelin fabricaron los primeros neumáticos huecos con cámara de aire, el negocio se disparó y llegó la época de máximo esplendor.

La hegemonía brasileña se vino abajo cuando el negocio se desplazó a Asia, aunque tuvo un repunte durante la Segunda Guerra Mundial, momento en el que la demanda de este material se disparó y, por ejemplo, países como EE UU vieron más sencilla la compra del caucho brasileño.

Hablando de Manaos y del flamante estadio que construyeron para el Mundial (280 millones de dólares), alguien había puesto el grito en el cielo teniendo en cuenta que la ciudad no tiene un equipo de fútbol necesitado de semejante instalación. Según cuentan, no será el único caso, así que el gobierno se ha puesto a pensar en usos alternativos para esos estadios de futuro incierto. Dicen que temporalmente, pero en el de Manaos han decidido montar una cárcel.

Categoría: Fidel Presa , Vida inteligente