A los amantes de las bibliotecas

“Una casa, un hogar donde no hay libros me resulta bastante sospechoso”. Así de radical se muestra el autor de un estudio que viene a demostrar la relación existente entre el uso frecuente de las bibliotecas y el grado de bienestar de las personas que las utilizan. Quienes usan habitualmente las bibliotecas acreditan más bienestar personal que quienes no las usan. Esta afirmación quiere decir exactamente lo que quiere decir. Desde luego, no significa que las bibliotecas son centros de terapia donde la ciudadanía puede acudir a resolver sus problemas personales. Básicamente, lo que se quiere expresar es que una biblioteca es mucho más que un almacén de libros donde, a ciertas horas, uno puede consultar y/o retirar libros. Yo me paso de vez en cuando por la biblioteca municipal de Muskiz (Bizkaia) y, sobre todo a ciertas horas, lo que veo allí es, para empezar, una actividad inusitada. Allí hay vida. Bien es verdad que esa biblioteca en concreto está muy bien dotada y mejor atendida. Empezando por las personas que la gestionan y terminando por las instalaciones de que dispone, todo es modélico.

Es posible acudir a ella y conectarse a Internet; hay materiales para elaborar un trabajo escolar; los hay para quien quiere investigar; por supuesto, disponen de las correspondientes novedades literarias; custodian materiales digitalizados; ofrecen libros electrónicos para préstamo; materiales sobre el municipio y su historia; mantienen una página Web muy activa; están presentes en las redes sociales; reservan un espacio específico para los niños; puedes leer prensa y revistas; participar en actividades; etc., etc.

Leo un comentario elogioso sobre las bibliotecas con el que estoy absolutamente de acuerdo: “Las bibliotecas públicas no sólo son un refugio, son una cueva de Aladino, son una puerta abierta al universo y a cualquiera de los microcosmos en los que pululamos los humanos”.  En mi opinión, cualquier dinero gastado en bibliotecas en un dinero bien gastado. Y, para colmo, si las frecuentamos, nos sentiremos mejor…

Categoría: Fidel Presa , Vida inteligente