El título de este escrito puede resultar polémico porque hay muchas
personas que piensan exactamente lo contrario. De hecho, hay quien
despotrica sobre todo de las modernas tecnologías domésticas porque,
dicen, “estamos utilizando nuestros teléfonos más que nuestros
cerebros”, y eso no puede ser bueno. Luego está la extensa lista de
repercusiones negativas que para nuestra vida tiene la tecnología: que
si es la causa de accidentes mientras conducimos, que si nos distrae de
nuestras tareas en el ámbito laboral y nos hace menos productivos, que
si nos roba tiempo para cultivar nuestras amistades o las relaciones
familiares, aislándonos del entorno, etc. Todo esto son observaciones y
comentarios que hacen sesudos analistas de los movimientos sociales y
que, tras largas reflexiones, les llevan a proponer cosas tan peregrinas
como prescindir del teléfono los fines de semana o durante el período
vacacional.
Hay, por el contrario, quienes piensan que la
tecnología resulta ser un beneficio neto para nuestros cerebros y, en
general para nuestras vidas. La idea global es la siguiente: a medida
que la tecnología se vuelve más inteligente, nosotros también lo
hacemos. Una de las ideas clave de estas nuevas teorías se refiere al
“pensamiento social” y a sus ventajas: intercambiar ideas con otras
personas facilita la resolución de problemas. La inteligencia colectiva y
su poder exponencial es un bien, una ventaja que ahora podemos explotar
como nunca en la historia porque estamos interconectados. En la era de
la especialización es bueno saber que, siendo expertos en algunos
campos, no podemos serlo en todos, de manera que son los otros quienes
nos van a hacer más inteligentes por medio de la tecnología.
En general, se puede decir que, allí donde la tecnología genera
problemas, también propone soluciones. El ejemplo del PhotoShop es
sencillo. Mientras fue un instrumento en manos de minorías, el engaño
era posible. El engaño y todo lo que hay detrás en cuanto a manipulación
de la realidad. Ahora, una vez democratizada, eso es imposible: la
herramienta (o sus semejantes) está tan extendida que ese tipo de fraude
es prácticamente imposible… Otra cosa es que aceptemos con una sonrisa
que determinado/a famoso/a salga en una revista con 20 años menos.
0 comentarios :
Publicar un comentario
Gracias por enviarnos tus comentarios. Si cumplen con nuestras normas se publicarán en nuestro blog.